Mitos sobre la donación de sangre

 Donar sangre es un acto desinteresado muy importante. Permite a muchas personas que la necesitan poder continuar con sus tratamientos médicos, superar accidentes u operaciones y más. ¡Al donar sangre estamos salvando vidas!

Lamentablemente, alrededor de esta acción hay muchos mitos y estos datos falsos terminan por desanimar a mucha gente. Descubre acá algunos y cuál es la verdad detrás de ellos.

“Es peligroso para mí, me puedo debilitar”

El volumen de sangre que se dona se reemplaza rápidamente por nuestro propio organismo. Además, antes de la donación se hace un chequeo obligatorio de anemia. 

“Me va a doler mucho”

El proceso no duele en absoluto y, además, es muy rápido. La extracción de sangre se hace a través de una pequeña zona de la piel con el uso de una aguja. Verás que antes de que te des cuenta, ya habrá terminado el proceso de donación.

“Podría contagiarme de alguna enfermedad” 

Todos los implementos usados para la donación son estériles y de un solo uso, lo que hace que el proceso sea completamente seguro para los donantes.

“Tengo tatuajes y/o perforaciones, no puedo donar”

Si ya pasaron más de 12 meses desde que te hiciste el tatuaje o perforación, puedes donar sin problema. 

¿Y qué requisitos sí debo cumplir para poder donar sangre?

Lo único que necesitas para donar sangre es: 

• Gozar de buena salud.

• Ser mayor de 18 años.

• Pesar más de 50 kilos.

• No haber donado sangre en los tres últimos meses si eres hombre, y cuatro meses anteriores si eres mujer.

• No haber tenido hepatitis B, hepatitis C, Sífilis o prueba positiva de VIH.

• No haber consumido alcohol o estar embarazada.

¿Y donar sangre tiene algún beneficio?

Aparte de ayudar a salvar vidas, donar sangre tiene numerosos beneficios para la salud. El donante estará más protegido ante enfermedades cardiovasculares y hacerlo de manera regular ayuda a evitar problemas de presión arterial. 

¿Por qué? Al donar sangre se inicia una producción de glóbulos rojos, generando una mayor oxigenación en todos los tejidos del cuerpo, mejorando así la salud de todos los órganos.

Además, al donar, nuestra sangre pasa por pruebas de algunas enfermedades infecciosas como: VIH, chagas, sífilis, hepatitis B y hepatitis C. Así que al donar podremos enterarnos si tenemos algunas de estas condiciones y recibir el tratamiento correspondiente. 

¿Realmente estoy ayudando al donar sangre?

¡Claro que sí! Al año, el sistema de salud peruano necesita 640 000 unidades de sangre para salvar la vida a miles de personas, ¡así que no dudes en hacerlo! Y si todavía no estás en edad de donar, dile a tus padres y demás familiares que se animen a hacerlo.

Descubre los bancos de sangre en nuestro país donde se puede donar acá.